La Phalaenopsis es una elegante orquídea con unas flores que la hacen parecer una bailarina.
Una opulenta rama florida crece desde su tallo y se arquea con gracia cuantas más flores tiene. Las flores pueden salir grandes y/o pequeñas, y a menudo cuenta con patrones fabulosos.
Algunas orquídeas tienen una ligera fragancia, aunque la mayoría no tienen aroma. Lo que tienen en común es una apariencia exótica por un largo tiempo, y además son bastante sencillas de cuidar.
Origen
La orquídea Phalaenopsis crece habitualmente en zonas cálidas, especialmente en los lluviosos bosques tropicales. A menudo crece como un epífito sobre los árboles y ramas con sus raíces al aire, pues con la humedad ambiental les es suficiente para vivir. Sus raíces crecen orientadas hacia la luz, y es la razón por la que las orquídeas se adquieren a menudo en contenedores transparentes.
Elige la tuya
Esta orquídea puede adquirirse en muchas variedades, generalmente como planta de dos tallos gemelos con varias flores y tonos rosados, algunos planos y otros con bonitos patrones. Sin embargo también se puede encontrar en nuevas formas como forma de cascada, de ola, serpenteante, colgante, reptante o simple, es decir, con una flor por planta.
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Cuidados básicos
- A la Phalaenopsis le gustan las zonas luminosas, y desde mediados de octubre la planta soportará la exposición directa a la luz del sol.
- La temperatura ideal en el espacio en el que se sitúa la planta oscila entre los 18 y los 22 ºC.
- Esta orquídea necesita poca agua, basta con introducirla en agua una vez por semana y después permitir el drenaje.
- Añádele abono especial para orquídeas en el agua de riego una vez cada tres semanas para ayudar al crecimiento de los brotes.