Los kalanchoes tienen formas magníficas, son muy fáciles de cuidar y se mantienen bonitas durante un largo tiempo. Éstas son las características que las convierten en “estrellas” de entre todas las plantas de interior de flor.
Es un excelente recurso para embellecer los interiores por ejemplo en dormitorios, salones o balcones en primavera o verano, cuando puede tolerar tanto el sol como la sombra y florece continuamente.
El kalanchoe es un miembro de la familia de las Crassulaceae, la cual incluye otras muchas suculentas como la crassula o la echeveria. La variedad más floreciente es la Kalanchoe Blossfeldiana, de la cual emergen flores simples y dobles. También existen variedades de kalanchoe que destacan por sus bonitas flores u hojas en forma de campana.
Estas plantas proceden de Madagascar, del sur y el este de áfrica, del sudeste asiático y China. Su nombre proviene de este último país: Kalan Chau se ha latinizado, convirtiéndose en Kalanchoe.
Elige la tuya…
Kalanchoe Blossfeldiana es la especie más común. Estas plantas vienen en distintos y variados colores: rojo, naranja, amarillo, verde, blanco, rosa, lila, salmón y también en variedades bicolor.
La flor puede ser simple, como la Calanday o doble, como la Calandiva o la Rosalina. El tamaño de las flores puede variar también. El número de variedades está creciendo, con el mayor surtido del mercado. La “Bell series” (con forma de campana) ofrece formas alternativas de flor. Por otro lado, la Mirabella tiene flores mucho más pequeñas, ideal para patio o terraza.
Además de las kalanchoes que florecen, también existe una amplia variedad de kalanchoes de follaje con bonitas y gruesas hojas. De entre ellas, la más conocida es la Kalanchoe Thyrisflora.
Cuidados básicos
- Las hojas gruesas y carnosas significan que la planta necesita pocos cuidados y muy adecuada para las personas que son bastante novatas en el mundo de las plantas.
- La kalanchoe prefiere un espacio soleado tanto en interior como en exterior, siempre que la temperatura permanezca por encima de los 12ºC.
- La planta almacena el agua en sus gruesas hojas, por lo que con regarla una vez a la semana es suficiente. Nunca hay que regarla demasiado, es mejor para el sustrato que esté un poco seco a que esté húmedo.
- Fertiliza la planta cada quince días para nutrirla y prolongar su floración. Las plantas florecientes consumen más energía y nutrientes que las plantas verdes.