Ya sean blancas como la nieve, rojas como la sangre, de color morado solemne o rosa brillante, lo que tienen en común todas las azaleas es que son tan floríferas que
apenas se pueden ver las hojas cuando está en flor. La azalea es un clásico de
temporada, que ilumina con su color cualquier rincón de la casa.
Origen
La azalea tiene una amplia área de distribución en Asia. La planta crece allí en las laderas de las montañas como maleza, a una altitud de entre 1.000 y 2.600 metros. Los holandeses trajeron la planta a Europa desde Japón, y todavía se asocia con este país, donde es muy apreciado en el arte del bonsái.
Elige tu azalea
La azalea es una de las plantas de interior con flores más diversas, muy popular en todo el mundo y muy variada en sus formas, desde formatos minis hasta azaleas de una sola y enorme flor.
- También hay mucha variación en las flores, desde simples y dobles hasta bicolores.
- El más común es el grupo R. Simsii (Azalea india) con cultivares de una y dos flores.
- El grupo Obtusem con Azalea japonesa tiene cultivares de flor simple y flor de araña.
Cuidados básicos
Exposición. Son plantas que prefiere estar en lugares con luz indirecta. No soporta bien el calor, que hará que sus flores caigan. Prefiere un lugar fresco y luminoso.
Riego. Dale a la planta abundante agua regularmente o sumerge la maceta en agua para saturar la tierra por completo. Siempre sin permitir que posteriormente del riego se quede agua encharcada y sus raíces queden bajo el agua.
Abonado. Para asegurar una floración abundante, alimenta la planta con fertilizante una vez cada quince días. Si es necesario trasplantar la planta a una maceta más grande, es importante usar tierra de brezos, apropiada para plantas que crecen en suelos ácidos.