Poco común, el Rhipsalis es de hecho un cactus, pero sin púas. Esta planta de interior de rápido crecimiento puede colgar en largos y desordenados zarcillos o crecer con forma arbustiva.
Verde oscuro en lo alto, pero más tenue al final de sus zarcillos, es conocida como el cactus-muérdago y requiere de pocos cuidados. El Rhipsalis puede convivir con riegos olvidados, nunca se rinde y es muy agradecido si se encuentra en condiciones óptimas, adquiriendo una bonita apariencia con muchas ramas.
Origen
El Rhipsalis es una suculenta tropical nativa de los bosques lluviosos de América central y Sudamérica, África y un par de islas del Océano Índico. Se trata del único cactus que crece en estado salvaje fuera de Norte América o Sudamérica. Existen unas 60 especies distintas y la mayoría crecen en los troncos de los árboles. En estado salvaje florecen con múltiples y pequeñas flores blancas, naranjas y rojas, las cuales producen bayas al ser fertilizadas. Este fenómeno rara vez sucede al cultivarlas en casa.
Elige la tuya
El Rhipsalis está disponible en múltiples variedades, desde una pequeña planta para la mesa con un verdor coral (R. pilocarpa), una maraña desordenada (R.cassutha) o colgante con largos zarcillos (R. baccifera). Las hojas pueden ser como cintas ligeramente rizadas o como una especie de spaghettis verdes. Puedes encontrar todas las variedades en distintos tamaños.
Cuidados básicos
- Le gusta colgar en un espacio luminoso, puede incluso tolerar el sol total, aunque también se lleva bien con la semisombra y la sombra, siempre que la zona reservada para esta planta sea luminosa.
- Podemos permitir que el sustrato se seque entre riego y riego. Es recomendable regarla de forma moderada más o menos una vez por semana. Si el Rhipsalis está expuesto directamente al sol, necesitará un poco más de agua. También le gusta ser pulverizada de vez en cuando.
- Hay que abonarlo una vez al mes.
- Si los zarcillos se hacen demasiado largos, se puede podar la planta para volver a darle forma.