Altamente decorativas, atractivas y extremadamente fáciles de cuidar: hay mucho que decir sobre las suculentas como la echeveria, la crásula, el kalanchoe, el aloe, la haworthia o el rhipsalis.
Todas ellas son suculentas, lo que significa que son capaces de almacenar agua en sus raíces, tallos y en sus gruesas hojas. Esto les permite vivir cómodamente durante largos períodos de sequía, un alivio para sus dueños cuando se van de vacaciones 😉 Las suculentas son particularmente populares debido a sus inusuales y a veces extrañas formas, lo que encaja a la perfección con la tendencia actual de incorporar diversas tendencias botánicas en interiores.
Origen
La mayor parte de las suculentas provienen de climas tropicales y subtropicales y se han desarrollado originariamente en regiones secas como estepas, zonas montañosas y semidesérticas en Sudáfrica y Centroamérica. Son plantas resistentes que pueden sobrevivir en zonas cálidas y áreas marítimas en estado salvaje.
Elige la tuya
El amplio rango de las suculentas consiste principalmente en plantas de decorativo follaje, lo que también plantas de floración como el kalanchoe. Estas plantas destacan por sus formas únicas. La haworthia y el aloe tienen una fuerte aura primitiva, la echeveria es una fiesta de elegantes rosetas, el rhipsalis se asemeja al coral, la sansevieira es orgullosa e indestructible y la crásula es un árbol “mini” estilizado.
Juntas ofrecen una mezcla brillante y separadas brindan un aire estilizado a las estancias.
Cuidados básicos
- A las suculentas les gustan los espacios cálidos y luminosos.
- Lo ideal es regarlas abundantementemente para después dejarlas sin regar un par de semanas. Pero no dejarle agua encharcada.
- Un abonado mensual es suficiente.
- Las suculentas pueden utilizarse como centro de mesa en los meses de verano.